domingo, 18 de marzo de 2012

EL NEOCLASICISMO

Palacio Real de La Granja de San Ildefonso (Segovia)
         El siglo XVIII se caracterizó por el espíritu ilustrado, que encontró su inspiración en la vuelta a los clásicos. Ello da lugar a una nueva forma de pensar, basada en el predominio de la razón sobre los sentimientos, que dominará el mundo literario y artístico durante casi un siglo completo. Su origen estuvo en Francia, pero desde allí se expandió rápidamente por toda Europa: desde Portugal hasta Rusia pasando por Centroeuropa. Buena prueba de ello son los magníficos palacios de la época, llenos de extraordinarios jardines, cuya finalidad será que sus habitantes logren evadirse de los problemas cotidianos. España no sería ajena a este hecho, como lo refleja esta fuente de los jardines del palacio de La Granja de San Ildefonso.

       En España, además, el nuevo movimiento  cultural estuvo acompañado de un cambio de dinastía: a los Habsburgo (o Austrias) les sucedieron los Borbones, en cuyas manos quedó el gobierno del país y, con él, la expansión del espíritu ilustrado. Si algo se puede mencionar de esta nueva dinastía, es que no defraudó en sus intentos de que la cultura llegara al pueblo, y de que este desterrase la superstición. Gracias a este nueva manera de pensar, en España se crearon, a imitación de Francia, instituciones como la Real Academia Española (que con el lema "limpia, fija y da esplendor" intenta ocuparse de la lengua española), la Real Academia de la Historia, el Museo del Prado, el Jardín Botánico... y tantas otras instituciones todavía vigentes.
      No está de más el siguiente vídeo, en que se plasman los principios ilustrados:


       En el mundo del arte tal vez no haya sido el momento más fructífero, pero no se puede negar que los avances científicos progresaron como nunca hasta entonces. Esto nos da pie para que intentemos profundizar en los rasgos distintivos del movimiento neoclásico a través de los siguientes enlaces:

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