Cárcel de los estudiantes en la universidad de Heidelberg (Alemania) (Foto mía) |
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- EUFEMISMO: Palabra más agradable que sustituye a otra porque se designa algo molesto, sucio, inoportuno, etc. El eufemismo puede producirse por las siguientes causas:
- Deseo de adaptarse a la circunstancia en la cual la palabra propia resultaría demasiado plebeya o trivial; esto mueve a utilizar cabello por pelo, seno por pecho, baño por retrete, etcétera.
- Ennoblecimiento de la propia personalidad; así, un músico se hace llamar profesor, o una comadrona sin estudios, profesora en partos.
- Respeto cortés hacia aquel a quien se habla. Hay eufemismo cuando se pregunta a alguien por su señora, en lugar de por su mujer.
- Necesidad de atenuar una evocación penosa: llamamos invidentes a los ciegos, impedidos a personas que no pueden valerse por sí mismas (cojos, mancos, paralíticos), económicamente débiles a los pobres, etc.;
- Tabú social, religioso, moral, etc.; ello induce a llamar embriagado al borracho, a jurar con interjecciones como pardiez (=por Dios), diantre (=diablos), rediez (=rediós), ostras (=hostias), ostrón, mecachis (=me cago), joroba, jolín, coñe, coña, puñetero,-a (=puto, -a); a designar como amiga, arreglo a la amante… Un tabú supersticioso mueve en Andalucía a aludir a la culebra con el vocablo bicha.
- TABÚ: Voz polinesia que, en Lingüística, se utiliza para designar cualquier palabra que, por motivos religiosos, supersticiosos o de índole social, es evitada por el hablante, el cual debe aludir al concepto mediante una metáfora, una perífrasis o una deformación del vocablo propio.
- DISFEMISMO: Término que se opone a eufemismo para designar la palabra que alude a un concepto con
un matiz peyorativo o despectivo. Así, el disfemismo es un esfuerzo para
liberarse de la actitud admirativa o respetuosa que gravita, en general, sobre
la humanidad media. Consiste, sobre todo, en la sustitución de los términos
nobles, o simplemente normales, por expresiones tomadas en dominios más
vulgares, más familiares o más regocijantes. Por ejemplo, el llamar terrado a la cabeza, dátiles a los dedos, quesos a los pies, hostia, leche a una bofetada o golpe o para la expresión del grado
máximo de una cualidad o circunstancia, etc.
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Siempre hemos afirmado que la lengua está sujeta a evolución. Por eso os proponemos que leáis este enlace, en el que encontraréis algunos de los nuevos tabúes y eufemismos en la sociedad actual.
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