martes, 8 de enero de 2013

TABÚ, EUFEMISMO Y DISFEMISMO

Cárcel de los estudiantes en la universidad de Heidelberg (Alemania) (Foto mía)
      Hace una temporada, cuando tratábamos el cambio semántico, no quisimos profundizar en estos tres conceptos, ya que consideramos que por sí solos merecen una entrada. En este sentid, está claro que se trata de tres procedimientos que condicionan el cambio semántico de las palabras. Comenzamos a definirlos siguiendo, como fuente fundamental, el magnífico Diccionario de términos filológicos, del difunto maestro Fernando Lázaro Carreter:

(Foto mía)

  • EUFEMISMOPalabra más agradable que sustituye a otra  porque se designa algo molesto, sucio, inoportuno, etc. El eufemismo puede producirse por las siguientes causas:
  1.    Deseo de adaptarse a la circunstancia en la cual la palabra propia resultaría demasiado plebeya o trivial; esto mueve a utilizar cabello por pelo, seno por pecho, baño por retrete, etcétera.
  2.   Ennoblecimiento de la propia personalidad; así, un músico se hace llamar profesor, o una comadrona sin estudios, profesora en partos.
  3.    Respeto cortés hacia aquel a quien se habla. Hay eufemismo cuando se pregunta a alguien por su señora, en lugar de por su mujer.
  4.   Necesidad de atenuar una evocación penosa: llamamos invidentes a los ciegos, impedidos a personas que no pueden valerse por sí mismas (cojos, mancos, paralíticos), económicamente débiles a los pobres, etc.;
  5.     Tabú social, religioso, moral, etc.; ello induce a llamar embriagado al borracho, a jurar con interjecciones como pardiez (=por Dios), diantre (=diablos), rediez (=rediós), ostras (=hostias), ostrón, mecachis (=me cago), joroba, jolín, coñe, coña, puñetero,-a (=puto, -a); a designar como amiga, arreglo a la amante… Un tabú supersticioso mueve en Andalucía a aludir a la culebra con el vocablo bicha.
  • TABÚ Voz polinesia que, en Lingüística, se utiliza para designar cualquier palabra que, por motivos religiosos, supersticiosos o de índole social, es evitada por el hablante, el cual debe aludir al concepto mediante una metáfora, una perífrasis o una deformación del vocablo propio.
  • DISFEMISMOTérmino que se opone a eufemismo para designar la palabra que alude a un concepto con un matiz peyorativo o despectivo. Así, el disfemismo es un esfuerzo para liberarse de la actitud admirativa o respetuosa que gravita, en general, sobre la humanidad media. Consiste, sobre todo, en la sustitución de los términos nobles, o simplemente normales, por expresiones tomadas en dominios más vulgares, más familiares o más regocijantes. Por ejemplo, el llamar terrado a la cabeza, dátiles a los dedos, quesos a los pies, hostia, leche a una bofetada o golpe o para la expresión del grado máximo de una cualidad o circunstancia, etc.
(Foto mía)

       Siempre hemos afirmado que  la lengua está sujeta a evolución. Por eso os proponemos que leáis este enlace, en el que encontraréis algunos de los nuevos tabúes y eufemismos en la sociedad actual. 

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