¿Dónde está? Regalo sorpresa para quien acierte (Foto mía) |
La historia de la lengua siempre me ha resultado un campo apasionante, aunque tal vez no se trate de un punto de vista compartido por muchas personas. En cualquier caso, quiero dedicar algunas entradas a trabajar este aspecto, sobre todo en la vertiente lexica, la más permeable a la influencia exterior. Y, sin ninguna duda, las lenguas en contacto se influyen, por lo que la influencia vasca en el castellano fue muy importante en los orígenes del español. Aquí tenemos la opinión de Rafael Lapesa, el maestro de filólogos:
Monasterio de Suso (La RIoja), origen del castellano |
"Después de la romanización el vascuence ha seguido proporcionando al
español algunos vocablos. En la Alta Edad Media el dominio de la lengua vasca
era más extenso que en la actualidad, y el crecimiento del reino navarro
favoreció la adopción de vasquismos. En el siglo X las Glosas Emilianenses
mezclan frases éuscaras con otras romances; en la onomástica española entraban
nombres como Garsea>García,
Enneco>Íñigo. Berceo
empleaba humorísticamente bildur
“miedo” como término para sus oyentes.
El vocabulario español de origen
vasco seguro o probable incluye además términos alusivos a uso hogareños, como ascua y socarrar;
prendas de vestir, boina y zamarra; nombres de minerales, como pizarra; navegación, gabarra; supersticiones, aquelarre; juego, órdago, etc. En ocasiones, la palabra vasca es, a su vez, de origen latino o
románico: así el latín cistella dio en vasco txistera, que ha pasado al castellano en la forma chistera; nuestra chabola es adopción reciente del vasco txabola, pero éste procede del francés antiguo jaole “jaula o cárcel”.
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