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El castillo de Windsor y la reina Victoria. ¿Hay algo más inglés que esto? (Foto mía) |
Comenzamos con esta sección dedicada a la historia del castellano, en especial al aspecto léxico, que suele ser el más permeable y propicio a préstamos. La referencia es siempre el gran hispanista Rafael Lapesa (1908-2001), cuya obra Historia de la lengua española no ha podido ser superada.
En el siguiente extracto trata de la importancia del inglés para la ampliación del léxico castellano de los siglos XIX y XX:
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La estética estadounidense... |
"La
lengua inglesa, que había permanecido ignorada durante los siglos XVI y XVII,
empezó después a ejercer influencia, primero con su literatura y pensadores,
más tarde por prestigio social. Los románticos querían deslumbrar con
elegancias de dandy, paseaban en
tílbury, conspiraban en el club, y gustaban del rosbif y el biftec (luego bistec o bisté). Directamente o a través del
francés han llegado los términos vagón,
tranvía, túnel, yate, bote, confort,
mitin líder, reportero, revólver, confort, turista, tenis, golf y los
muchos otros que se emplean en el mundo deportivo. En nuestro siglo -obviamente, se refiere al siglo XX- el
anglicismo ha ido acreciendo en intensidad, primero en los países
hispanoamericanos más afectados por la expansión política y económica de los Estados Unidos y después en todo el mundo hispánico sin exceptuar España.
Anglicismos referentes a la casa son bloque,
jol y living; al vestido, suéter,
jersey, esmoquin; al automovilismo,
claxon, cárter, jeep, stop; a la aviación, jet, vuelo chárter; al
cine, filme, trailer, hablar en off; a bailes y música de baile, fox-trot, blue, rock, jazz; actividades
antisociales, gangster, etc."
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