lunes, 7 de enero de 2019

JULIA NAVARRO (1953-)

Lago Bled, Eslovenia (Foto mía)
    Desde el mundo del periodismo, Julia Navarro se ha introducido con toda su grandeza en la literatura. Su actual libro es una clara representación. Tú no matarás, el título, es una expresión que Lorenzo Garzo dirige a su hijo al comienzo de la novela y, en las duras duras vivencias de este, se convertirá en un motto.

    La estructura de esta novela parece relativamente sencilla con un punto de partida con pocos personajes, y planos: los fachas y los rojos. Sin embargo, poco a poco surgen personajes más complejos e, ideológicamente, mucho menos marcados y redondos, como Juan Segovia, el médico que tiene un conocimiento profundo de la vida; o doña Asunción, la madre de Catalina, en ningún momento dispuesta a renunciar a su única hija; en oposición a Ernesto, capaz de vender a su hija para pagar las deudas... Catalina, una vez embarazada dispuesta a todo con tal de salirse con la suya (estar con Marvin, tener consigo a su hijo). 
La magnífica Praga, otro de los escenarios de la obra (Foto mía)
   Por otra parte, los personajes iniciales sufren y evolucionan a consecuencia de las duras condiciones de vida. Así, Fernando no puede vivir después de que han matado a su padre a pesar del amor a su madre, Isabel; de igual modo, Eulogio tampoco, una vez que se entera de que su madre, Piedad, ha mantenido relaciones con don Antonio para intentar protegerlo, sin querer percatarse de que, en aquellas circunstancias, el problema más grave es la homosexualidad soterrada del propio Eulogio... Es destacable el acercamiento entre las madres de Fernando, Eulogio y Catalina, quienes casi llegan a constituir una familia con la base del sufrimiento por la separación.

  Los personajes van paseándose por media Europa en una huida que, en algunos momentos, parece muy fantasiosa. Aun así, hasta el final se consigue mantener la intriga de por qué Catalina no puede haber tenido un hijo de Marvin, y de los motivos por lo que este se niega a entrevistarse con ella para abordar el conflicto. Y, desde luego, no es esperable la reacción de la hija de Catalina, si bien representa una nueva cosmovisión, más acorde con la época en la que le toca vivir.
 (Foto mía)
Para los amantes de la literatura, Praga siempre será Kafka

  Así mismo, la acción de la novela combina aspectos habituales en la posguerra española. Al respecto podemos mencionar el chantaje de doña Asunción a don Antonio para proteger a Eulogio o el miedo de don Antonio a la reacción de la Mari si son del dominio público las relaciones de él con Piedad; sobre todo, a que su hijo Antoñito lo abandone en apoyo de su madre.

   Al final no se puede evitar un regusto amargo, pues se tiene la impresión de muchas vidas desperdiciadas. En realidad, muchos personajes han estado buscando una quimera que se han evaporado. En mi caso, al terminar la obra he sentido mucha compasión hacia todas las personas que han sufrido guerras injustas e ilógicas, y que no han podido disfrutar más por una causa mayor.

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