domingo, 23 de marzo de 2014

AGUR T' ERDI, ALKATE JAUNA (=ADIÓS, SEÑOR ALCALDE)

A Iñaki Azkuna, in memoriam.


El paisaje que veías desde tu casa: la caseta del perro (=el museo Guggenheim Bilbao), en la campa de los Ingleses. ¿Puede haber algo más representativo del Bilbao acrtual? (Foto mía)

     Con el título de la entrada, estas palabras tan solemnes en nuestra otra lengua, e incluidas en el Agur Jaunak, nuestro himno de despedida, quiero comenzar tu merecido homenaje. Me resulta muy duro, pues la vez anterior que me referí a ti en este blog fue para felicitarte por la concesión de 2012 World Mayor y colocar a Bilbao en el mundo.

Aquella escultura de Rodin en la Gran Vía evoca tu estancia parisina (Foto mía)
     Nadie puede negar que has sido un auténtico bilbaíno. Ya sabemos que privilegio de los bilbaínos es nacer donde nos dé la gana. Tú, aunque nacido en Durango, esa villa que tantos cuadros inspiró a Darío de Regoyos, has encarnado el espiritu bilbaíno como nadie. Es indudable tu talante liberal, que te ha permitido trabar amistad con cualquier persona, de cualquier clase social y de cualquier lugar (situación para algunos todavía extraña en nuestro país). Ese espíritu independiente te ha conducido a forjar tu propia personalidad, a veces denostada pero muy aplaudida por la mayoría de los bilbaínos, como por fortuna hemos tenido el acierto de reconocértelo en vida.

Has sido más bilbaíno que la torre Iberdrola: tu brillo la ha ocultado (Foto mía)
    
   Desde luego, debo confesar que has sabido alcanzar un punto casi divino. Poco te ha faltado para gozar del don de la ubicuidad. En cualquier punto de Bilbao en que se celebrase algún evento, ahí estabas, en las condiciones que fuese. Incluso la última temporada, en que la silla de ruedas se convirtió en tu fiel amiga.




Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
  e parientes!
¡Qué enemigo d'enemigos!
¡Qué maestro d'esforçados
  e valientes!
  ¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
  ¡Qué razón!
¡Qué benino a los sujetos!
¡A los bravos e dañosos,
  qué león!  
(Jorge Manrique, "Copla XXVI" en Coplas a la muerte de su padre)

       Estos versos de Jorge Manrique, aunque fueron escritos en el siglo XV, te vienen que ni pintados, alcalde. Todos recordamos cuando en plenas fiestas fuiste operado de vesícula, y en menos de veinticuatro horas te vimos en el placo de la plaza de toros, porque considerabas que era parte de tu oficio; o cuando bailabas el aurresku ante la amatxu de Begoña. Tu salud te jugó muy malas pasadas; la última, ese cáncer contra el que has luchado durante once largos años..., pero que a muchos otros les habría impedido hacer vida social mucho antes que a ti.
Abandoibarra y MI universidad de Deusto (Foto mía)
    
       Cuando pensamos en alcaldes ilustrados de la época democrática, siempre se nos viene a la memoria Enrique Tierno Galván, aquel estupendo alcalde de Madrid cuyos bandos eran una auténtica delicia. ¿Qué diré de ti? Que no le has ido en zaga. Prueba de ello fue tu discurso de apertura del Congreso "América en la memoria" del 16/09/2012, en la universidad de Deusto y ante los príncipes de Asturias, con tu mujer a punto de fallecer, también de cáncer. Ese brillante discurso solo constituye una pequeña prueba de tu cultura y erudición, cualidades por las cuales has sido una "rara avis" entre la clase política.
Palacio Euskalduna, sede de la ABAO (Foto mía)
     El mundo cultural bilbaíno pierde contigo un destacado emblema. Siempre te recordaremos en el museo de Bellas Artes, al que no dejabas de acudir para confraternizar con los demás amigos. ¿Y qué decir de ABAO, nuestra Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera, que consiguió imponerte su medalla de oro el pasado mes de enero, cuando tu maltrecha salud había aplazado el acto varias veces? Solo digo que se me hará muy cuesta arriba llegar el 5/04/2014 al palacio Euskalduna, a la primera representación de I Puritani, y no verte en tu butaca, acompañando a Alfredo Porto.
San Mamés Barria (=¿La Catedral Nueva?) (Foto mía)
   Incluso hasta después de tu muerte siguen siendo bilbaíno. Como se canta en la bilbainada, vendrá el príncipe (aunque no es chiquito ni vendrá con la reina, sino con la princesa) a tu funeral. Tu habitual discreción te ha dictado que tu misa funeral se celebre en la catedral del Señor Santiago (patrón de la ciudad, aunque a algunos les pese), en un horario discreto (las doce del mediodía) que a muchos nos impedirá acudir. Además, ayer en la otra catedral, la Catedral Nueva (San Mamés Barria), aparte del minuto de silencio que el público te dedicó al comienzo del encuentro, el Athletic te ha brindado su victoria: ¡cuántas veces se te ha visto en el palco del antiguo San Mamés!

      Las despedidas son difíciles, alcalde. Solo añado que te echaremos mucho de menos y que has cumplido condiciones más que suficientes para habernos recitado a los bilbaínos estos versos de Antonio Machado: 

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. 
(Antonio Machado, "Retrato", en Campos de Castilla)

Muchas gracias por todo lo que nos has dado, Alkate Jauna.

El bilbainismo está de luto por ti.







(Cierre: Es misión de todo bilbaíno abrir su ciudad al mundo y hablar de ella y de sus principales representantes. Hasta el momento, Iñaki Azkuna es el bilbaíno más universal).

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